READY-MADE
“Las Voladoras”

Marcos Paley
2012-2015


LAS VOLADORAS
El Ready-Made
Algo de historia:
El Ready-Made (objeto encontrado) es una propuesta creada por Marcel Duchamp a comienzos del siglo XX, a través de la cual declaraba su extrema rebeldía contra el tradicional arte retiniano, es decir, el arte visual tradicional, en contraposición a un arte que se aprende desde la mente.
Decía el mismo Duchamp que Ready-Made es un concepto difícil de definir y en todas sus presentaciones aclaraba, no haber encontrado una definición satisfactoria.
En la práctica, el Ready-Made se reconoce e identifica como "obra acabada", como pieza artística ya terminada.
Se recontextualiza o se reinterpreta a partir de este reconocimiento. El Ready-Made pone de manifiesto que la intervención directa del artista en la producción de la obra no es necesaria. Extremando esta idea y relacionándola con la estética de la recepción, podemos decir que es la mirada del espectador la que completa la construcción de la obra y que por lo tanto toda experiencia estética es en cierta manera un Ready-Made construido por aquellos que la viven.
Y esta experiencia tiene que ver con el punto de encuentro entre sus ideas previas y los estímulos del momento.
Cuando se hace público un Ready-Made, cuando se comunica a los otros mostrando un elemento, entendemos que se está haciendo una propuesta a la reinterpretación. Se está trayendo esta mirada a un contexto colectivo, social..
Cien años han transcurrido desde el primer Ready-Made creado por Duchamp. Muchos artistas y movimientos artísticos han utilizado objetos encontrados, la mayoría industriales y el espectador ya se ha acostumbrado a percibirlos como algo distinto…como parte de la obra, sin calificar ni juzgar su origen.
Cuando Duchamp le puso título a un orinal (lo llamó, “La Fuente”) y lo exhibió, el espectador no estaba entrenado para aceptar tamaña propuesta y calificarla como “obra” de un artista que la mostraba como tal. Tampoco fue aceptada como obra, la “Rueda de Bicicleta Girando” (1913) ni otras presentaciones de Duchamp. Cuando Picasso creó con partes de una bicicleta un toro ya habían pasado algunos años.

Hoy ya no hay sorpresas, ni críticas ni asombros.
Duchamp creó sus obras-objetos- simplemente eligiéndolos y “decretando” que eran obras porque él lo había determinado así. Su Ready-Made más famoso es probablemente el ya mencionado “La Fuente”, presentado en la exposición de la Society of Independent Artists.

En "The Blind Man" de 1917 se lee: «El hecho de que el señor Mutt realizara o no "La Fuente" con sus propias manos carece de importancia. La eligió. Escogió un artículo de la vida cotidiana y lo presentó de tal modo que su significado utilitario desapareció bajo un título y un punto de vista nuevos. Creó un pensamiento nuevo para ese objeto.
Se entiende en general que el cambio de uso (de objeto industrial a obra de arte) implica también una re-interpretación y una recontextualización de lo percibido.
“La Fuente”, es quizá la pieza más importante del movimiento Dadá y se convirtió al mismo tiempo, en el momento histórico que permitió las preguntas que cambiaron la percepción del arte. ¿Qué es arte y qué no lo es?
Con sus ideas y su obra, siempre combativa, desmembradora e irreverente, pasa a ocupar un lugar de privilegio en la historia del arte. Duchamp, Picasso y muy pocos otros se pueden considerar los padres de las posibilidades artísticas a partir del primer decenio del siglo XX.
Duchamp cambió la opinión y abrió las puertas a la forma en que hoy es percibido el arte.
A continuación detallo algunos antecedentes e intentos de definiciones del Ready-Made y a la vez resumo, cien años después, las características del mismo.
El término acuñado en castellano sería “arte encontrado” –más comúnmente objeto encontrado (en francés objet trouvé; en inglésfound art o Ready-Made) o confeccionado – que describe el arte realizado mediante el uso de objetos que normalmente no se consideran artísticos, a menudo porque tienen una función no artística, sin ocultar su origen, pero a menudo modificados.
El espectador cumplía una función definitoria ya que era él, quién al encontrase con el objeto, lo encajaba en su mente y lo convertía en obra.
Los aspectos derivados de la “inocencia” del encuentro del artista con el objeto, de la falta de interés estético en dicho objeto, del proceso del encuentro hasta la exhibición del mismo, dan lugar a muchas interpretaciones. Ya el mismo Duchamp había dudado de que esa posibilidad se cumpliera siempre y había limitado sus creaciones de Ready-Made, ya que en definitiva…todo en la vida de los hombres es un Ready-Made.
Duchamp, elegía sus objetos y generalmente los transformaba con algún elemento, o poniéndoles un nombre para luego exhibirlos.

Mi propia historia con los con los Ready-Made
Desde el año en que imprimí un grabado sobre la espalda de una modelo quien caminaba y lo exhibía en una feria del espectáculo (Exposhow-Buenos Aires-1971) con su espalda, ya no desnuda, sino vestida con una estampa traté de alejarme de las tradicionales formas de ver el arte.

Nota:
Por más que he buscado "pistas" acerca de lo que sabía Duchamp de lo que en ese momento estaba sucediendo en Europa, no encontré nada.
O quizá a raíz de ello provocó una serie de ideas totalmente contrapuestas a su pensamiento sobre el arte. Hubiera sido un acto más de intransigencia e ideas innovadoras de su parte.
En Viena un grupo de muy destacados artistas los llamados Wiener Werkstätten habían creado pocos años antes la llamada SECESION, (encabezados por Gustav Klimt, Egon Schiele, Oskar Kokoschka entre otros). Lo que se lee a la entrada de ese edificio hubiera podido ser un elemento que justificaba lo que Duchamp pensaba. Es gracioso advertir que  al mismo tiempo que los vieneses recuperaban cierta dosis de humanismo contraindustrial del otro lado del mundo un artista decretaba que la obra no la hacía sino los ojos de los que la veían. En la entrada de Secesion dice: "Der Zeit ihre Kunst, der Kunst ihre Freiheit ". (A cada tiempo su arte, y a cada arte su libertad)

  


A pesar de esos intereses no abandoné mi lealtad por la pintura y seguí empecinándome en la pasión del pincel y produje, desde que fundé (con muy buenos amigos y estupendos grabadores) Arte Gráfico Grupo Buenos Aires, muchas exposiciones y muchas pinturas, dibujos y grabados. Es decir…obra tradicional. Sin quererlo y con actitud totalmente desprevenida (tal como deseaba y promulgaba Duchamp) estoy mostrando desde hace años, obras realizadas por el fuego, y el agua y descubiertas y exhibidas por mí para que fuera la mirada del espectador la que la termine convirtiendo en obra. Mucho antes de que se pusieran de moda las instalaciones trataba, y a fe mía que lo logré, de llevar adelante un mundo paralelo en la concepción de la obra. Algunas de esas experiencias “no tradicionales” (Ready-Made ) están exhibidas en Art House, Casa de Cultura de Bogotá, desde el año 2003, a causa de un encuentro casual con el fuego. También, por ejemplo, un Artist Book hecho en el año 2000 (un concepto cercano al libro=objeto, ideado, escrito, dibujado etc, por el artista).






OBRAS RESCATADAS (algunas…, desde la memoria)
1971- Ready-Made Bolero “Fina estampa”.
Idea de Marcos Paley con xilografía re-estampada sobre modelo en vivo. Doble estampa. Demostraciones públicas para ampliar el conocimiento del grabado como obra de arte.“Arte Gráfico Grupo Buenos Aires.



2003- Ready-Made “Casi un Klimt”.
Obra realizada por el calor del fuego sobre una pared. 16 de Febrero de 2003.

Detalles de la obra exhibida desde 2004 sobre la misma pared “revelada por el calor” que dejó al descubierto 40 años de capas de pintura con una exquisita forma plástica.


2003- Ready-Made “Caído en combate”.
Sillón austríaco atacado por el fuego el 16 de Febrero del año 2003. Exhibido desde entonces en la galería ART HOUSE. Bogotá. Colombia.
Detalle de la obra que incluye trozos exquisitamente agregados de vidrios y plásticos derretidos.

NOTA
Todos los Ready-Made anteriores fueron catalogadas y exhibidos como “obras”. Las respuestas que obtuve ante esa exhibición fueron en realidad las que las convirtieron en obra. Con “ojos nuevos” los espectadores ya no percibían aquel sillón que decoraba un ambiente, sino “este” sillón”, que les proponía una cambio de actitud hacia la obra nueva.
La propuesta fue simple, como lo fue la idea de Duchamp en 1913 al exhibir su rueda de la bicicleta.
La única diferencia es que Duchamp buscó el objeto como consecuencia de una propuesta que mostrara “otra posibilidad” para la obra de arte. En mi caso y con el maravilloso antecedente de Duchamp, fue simplemente que me gustó más el sillón que había trabajado el fuego, que aquel sillón trabajado por un artesano austríaco.
En el año 2003 no tenía, al igual que desde 1971, la intención de producir un Ready-Made, simplemente hacía una propuesta diferente y el espectador así lo recibía.
Conclusión: Todo se hace después. Los géneros se constituyen siempre a posteriori. El mismo Duchamp no creó el nombre Ready-Made sino algunos años después de haber creado su primer Ready-Made.
(Cuando los escultores, arquitectos o simples obreros, trabajaron sobre la catedral de Notre Dame en Paris, no sabían que estaba haciendo Arte Gótico.)
Ya Roland Barthes había proclamado…”la muerte del autor”. Describía en esa frase, que ante la exhibición de la obra el autor ya no es su dueño.
La idea general que guió buena parte de mi obra desde 1971 es esa, lo que el espectador introduce en la obra…su propio “Erwartungshorizon” (horizontes de expectativas).
No me importó, desde aquel lejano 1971, que la obra consistiera en una mujer caminando, ni tampoco que la obra del fuego haya quedado estampada en una pared. (No pienso mover la pared). De hecho esa pared forma parte de una galería de arte. Cuando tuve que remodelarla (a causa del ya mencionado incendio) entendí que sería una locura destruir –tapar con pintura- la obra que había realizado el fuego. De hecho jerarquizó esa pared, la transformó ante los ojos de quienes la contemplan en una extraordinaria obra, desde el año 2003.

ENERO DE 2010
Cartagena de Indias, una playa y una caminata después de una gran tormenta de la noche anterior. La playa estaba invadida de toda clase de desperdicios. Es la tradicional basura que los ríos, (principalmente el cercano Magdalena) y los manglares y los riachuelos depositan en el mar y este las devuelve para que el hombre vuelva a lidiar con su basura.
Camino, como siempre, curioseando entre los enormes troncos que el mar deja sobre la arena y que se destacan entre la inmundicia. Hasta ese momento Duchamp estaba entre mis millones de memorias, es decir, entre la nada y el olvido. Más tarde recordé que Duchamp había dicho acerca de su obra que no estaba hecha para el momento en que estaba viviendo, sino para gente que habitara este planeta 50 años después. Cincuenta años… ¡O sea…se refería a mí!
Doble "READY-MADE
“LAS VOLADORAS”
La idea principal del artista al crear su Ready Made sigue siendo no ocultar el origen del objeto, pero a menudo sí advertir en ellos las modificaciones que ha vivido.
¿Pero qué sucede cuando ni siquiera es el artista quién descubre y manipula el objeto?
En aquel paseo por la playa de Cartagena, advierto con total candidez un objeto de una forma extraña, como si fuera una pequeña montaña de color naranja rojizo, brillante
.

¿Un caracol raro?
La miro por debajo y descubro un poco de plástico que delata su origen……una tapa de botella!


Y aquí, mejor dicho ahí, en ese momento, comienza la historia que da origen a todos estos relatos sobre las intenciones de mi obra.

Sigo caminando y mi actitud pierde la ingenuidad del primer encuentro.
Ahora las busco….quiero encontrar más esculturas producidas por el mar.
Y las encuentro. Cerca de cien bellas esculturas tengo en mi colección.
Son en un 99% del producto más consumido en Cartagena de Indias….tapas de Cerveza Águila.

Reconozco la historia.
La tapa es engullida por el oleaje, el mar la arrastra y se la lleva. Luego se disfraza de escultor, y trabaja con sus propios elementos: corales, caracoles y ”cualquier material disponible”, obviamente sin conciencia formal ni estética, y algunos días o meses o años después (nunca lo sabré), la devuelve a la arena. El Mar es quien realiza con esa tapa de botella, UN TRADICIONAL “Ready-Made” (elaboró una modificación sustancial del objeto industrial, -pero sigue siendo reconocible-) y la devuelve como escultura marina para que yo la descubra.

Una vez elaborada en mi mente la idea conceptual, yo repito el proceso.


Encuentro la obra del mar, la empaco en otro objeto que fue creado por la industria para darle un uso comercial, “no artístico” (un empaque para transportar y proteger huevos) y realizo, exhibiendo la transformación, un DOBLE READY-MADE.

Resumo: Hallazgo del objeto. Totalmente inesperado y no buscado. Cambio de significado. Sorpresa del espectador. Objeto industrial. A lo anterior le sumo la obvia candidez por parte del mar. Magia en el encuentro. Influenciar definitivamente en el espectador para que con su lucidez diera forma definitiva a la obra. La validara.
Y aún más, resulta sorprendente (por lo menos lo fue para mí) que cuando se convirtió en obra ante mis ojos, no tuve que encontrarle un nombre a la propuesta… ¡La gente que desechó en la arena la tapa de cerveza ya se lo había puesto!La Voladora”. Esto no lo supe hasta que un amigo me comentó que los cartageneros no pedían “una cerveza” sino que llamaban “la voladora”, a la botella de Cerveza Águila. Era obvio que del dibujo del águila y el nombre se desprendiera ….La voladora. Es decir apareció un Ready-Made hecho por el mar ya tenía nombre y yo era el exhibidor!

Mayor encanto no podía tener todo!

Sorprendente trabajo del mar al juntar dos tapas y trabajarlas unidas

     CONFESIONES
Al reencontrar las propuestas de Duchamp sobre cómo cambia el significado de un objeto y preferir una caja de huevos pintada de negro en lugar de una caja tradicional para ser exhibido, estaba fabricando la propuesta de un segundo Ready-Made sobre el primero elaborado por el mar.
Como comprendió Duchamp, Ready-Made hay muchos y puso límites a su creación dado que a partir de la primera experiencia (rueda de bicicleta) comprendió que podría pasarse la vida encontrando, nombrando y “jugando” con objetos industriales, y ese juego no tendría final. Lo que no se le ocurrió a Duchamp y me dejó esa posibilidad a mí, es que habría, existiría… la posibilidad del Ready-Made, de un objeto industrial creado para otra finalidad….pero no ejecutado por mano humana.


Ni Duchamp, ni el movimiento Dadá imaginaron que el artista no fuera, el primero en ejecutar esa obra, sino que continuaría, como en mi caso, la obra iniciada por el fuego o por el mar. Y menos aún la elección=creación de un Doble Ready-Made.
Dobles Ready-Made, hasta hoy, ninguno.
¿Porqué?
Simplemente porque no fui a elegir una obra. La encontré. Y salvando esa casualidad y ya en pleno reconocimiento memorioso de la obra de Duchamp, advertí en ese momento, que se abría una nueva posibilidad… la de una propuesta artística no explorada. Era la primera vez que un objeto encontrado, fabricado por el hombre, estuvo trabajado por algo no humano, en este caso, el mar.
Es cierto que hay trozos de madera espectaculares que el mar trabajó durante años y les/nos regaló una forma definitiva. Se debería reconocer en esos trozos el origen indudable del objeto para que entren en la categoría de Ready-Made. Habría que ir al fondo del mar, recuperar algo que el hombre hubiera producido, que el mar le hubiera dado otra forma, y que se siga reconociendo el objeto para el que fue construido y/o fabricado. Y después dotarlo de características especiales para exhibirlo como un segundo (doble) Ready-Made esta vez hecho por el artista.
LOS READY-MADE IMAGINADOS.
A partir de la comprensión de la casi infinita posibilidad de encontrar, fabricar, y/o inventar uno o varios Ready-Made, ahora imagino y abro las puertas, para descubrir, más que para fabricar Ready-Made legítimos. Por ejemplo otros Ready-Made (hechos por el mar )… una llanta de automóvil devuelta a la arena, por ejemplo, botellas, latas, muñecos decorados con corales...etc. Entre esas posibilidades y simplemente con curiosidad de viajero descubro algo sorprendente. Me explico; la naturaleza, siempre carente de esmero, se ha encargado de hacer difícil la tarea del hombre. Nos ha tocado extraer de los minerales y vegetales, los materiales para producir “cosas” (las cosas del mundo). En muy pocos casos la naturaleza produce las obras y salvando los aspectos estéticos de los paisajes, todo lo demás lo ha tenido que hacer el humano, creador y laborioso.
En este caso ni siquiera fue una labor imaginativa sino que me encontré pisando la creación de una obra terminada por la excesiva pasión evacuadora de la naturaleza. El hombre solo tuvo que decorarla. El aparente “regalo” de la naturaleza fue violento, no fue un regalo sino una imposición llena de muerte y destrucción.
Las calles de la ciudad de Catania, en Sicilia, que tenían sus pisos de tierra y piedras, como cualquier otra ciudad del mundo, fueron tapadas por el piso que construyó la lava del volcán Etna.


Después de varias erupciones el volcán depositó toda la lava de que fue capaz en las calles de la ciudad, creando una maravillosa obra, un hecho práctico y estético…un pavimento enorme.

Otros Ready-Made imaginados

Por ejemplo los que no son producidos por el mar, ni por el fuego, ni por el aire ni por los volcanes y que desde hace cientos de años, son exhibidos para mostrarnos, por ejemplo, la historia de la vida en la tierra.
Ready-Made realizado por el ámbar, hace algunos millones de años.
Ready-Made: PEZ FÓSIL. Período Tríasico. 250 millones de años.

De hecho una de mis ocupaciones futuras será detallar, investigar e imaginar sinceros Ready-Made, más que “fabricarlos” (a menos, por supuesto, que me encuentre con un legítimo objeto=obra para dignificarlo ante los ojos del espectador).
Destaco en este documento el más preciado de los Ready-Made, a que hacían referencia los integrantes del movimiento Dadá (o quizá fue Duchamp mismo), el hallazgo del Ready-Made perfecto. Obra del HOMBRE Y LA MUJER. Un ser. Este Ready-Made no ha requerido de mí, sino un juego de imaginación .

Más allá del morbo con que el espectador tradicional perciba los restos humanos de Pompeya, convertidos en Ready-Made por las cenizas del Vesubio, el mismo museo (los museos) al exhibir vitrinas con los restos humanos “hechizados” por las cenizas, llevan a un extremo, la certeza de producción de Ready-Made por parte de la naturaleza. El benévolo lector comprenderá el exceso que sería exhibir en esta propuesta los restos humanos. Para eso están los periódicos y las vitrinas de los museos.

Detallo sólo algunas posibilidades de reinterpretar “objetos” para no tener que fabricarlos y exhibirlos. Objetos, como el ejemplo de los habitantes de Pompeya, que tuvieron vida, (objetos humanos) que aunque no industriales (¿o sí?) que no fueron creados para cumplir con alguna intención artística (¿o sí?), y que de hecho, están exhibidas con mayor o menor pudor (generalmente con ninguno).
Lo que sí me parece importante mencionar de mi obra de hace algunos años, es que no descubrí nada. Siempre estuvo al alcance de todos. La obra del fuego, que mostré al comienzo de estos escritos, produjo una visión diferente de una pared. Ahora es una obra.


De los objetos encontrados, de artistas y otras yerbas.
No pensé en el momento en que definía como obra las tapas de botella, que el contexto en el que se ubica la obra, generalmente una galería o museo, es también un factor muy relevante. La idea de dignificar objetos cotidianos de esta manera era y sigue siendo para mí, un desafío chocante para la distinción entre lo que se consideraba (y se considera todavía) arte en oposición a lo que no era arte.
El arte encontrado, sin embargo, tiene que tener creación artística, al menos una idea sobre ello, por ejemplo, la designación del artista de un objeto como arte, lo que casi siempre se ve reforzado por el título. Hay también en su mayor parte una modificación del objeto, aunque no hasta el extremo de hacerlo irreconocible. La modificación puede llevar a que se lo designe como objeto encontrado «modificado», «interpretado» o «adaptado».
Para cuando se celebró la Exposición Surrealista de Objetos de 1936 en las New Burlington Galleries de Londres, se había desarrollado toda una subclasificación entre objetos encontrados (Found Objects), preparados (Ready-made), perturbados (Perturbed), matemáticos, naturales, naturales interpretados, naturales incorporados, oceánicos, estadounidenses y surrealistas. En este momento, el líder surrealista, André Breton, definió a los objetos preparados como "objetos manufacturados elevados a la dignidad de obras de arte a través de la elección del artista".
El uso de objetos encontrados fue una técnica asumida de forma inmediata por el movimiento dadaísta, usándolo tanto Man Ray como Francis Picabia quien lo combinó con arte tradicional al unir peines a una pintura que representaba el pelo. El uso moderno de objetos encontrados suscitó la hostilidad desde el principio, cuando La fuente de Duchamp fue rechazada por la «ofendida» Sociedad de Artistas Independientes de 1917 diciendo que eso no era arte.
Cuando comprendí que otra “basura” que el mar depositaba en la arena, no había estado fabricada con intención, industrial por ejemplo, me costó encontrar y repetir la idea del Ready-Made. Sobretodo porque ya estaría “eligiendo” el objeto.
Ya los artistas plásticos y otros personajes (escenógrafos por ejemplo) los habían elegido para sus respectivas obras….Maderas, cámaras, trozos de automóviles, y “chatarra” en general, etc.
En los años ochenta del siglo pasado surgió una variación del arte encontrado, llamado “commodity sculpture” (escultura de materia prima) donde objetos producidos en masa comercialmente, se colocaban en la galería de arte como una escultura. El centro de atención de esta variedad de escultura estaba en el marketing, en la exhibición de los productos. Entre estos artistas se encontraban Jeff Koons, Haim Steinbach y Ashley Bickerton. Una de las primeras obras firmadas de Jeff Koons fue “Two Ball 50/50 Tank”, 1985, que estaba formada por dos balones de baloncesto flotando en el agua, que llena hasta la mitad un depósito de cristal (una influencia sobre Damien Hirst ). Un Lincoln Continental y otros restos del paso del huracán Katrina por New Orleans se ha convertido en una obra de arte basura temporal titulada Bushmobile, una referencia sarcástica al presidente George W. Bush.
Un subgénero específico dentro del arte encontrado es lo que se conoce como «arte basura» (Trash Art o Junk Art). Estas obras están formadas principalmente de componentes que han sido desechados. A menudo vienen literalmente de la basura. (Muchas organizaciones patrocinan competencias de arte basura.)
Luego, ya en la década de los años noventa, los Young British Artist (YBA) hicieron amplio uso de «objetos encontrados», a menudo con una fuerte reacción por parte de la prensa. Aunque es una técnica admitida con carácter general, el uso que estos Jóvenes Artistas Británicos hicieron de él, suscitó las controversias en la prensa la crítica y el público.
Como Marcel Duchamp antes que él, Damien Hirst ha sugerido que una pintura puede ser considerado un objeto encontrado adaptado (el objeto que se pinta) esto es, la historia del arte se basa toda ella en objetos encontrados. Hirst expuso un tiburón conservado en formoldehído en un depósito de cristal y lo llamó The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living («La imposibilidad de la muerte en la mente de alguien vivo»). Ha llevado esta idea hasta los extremos al presentar de la misma forma una vaca y un ternero cortados en secciones y en A Thousand Years («Mil años») la cabeza podrida de una vaca, gusanos y moscas.

También fue polémica la exhibición y premiación (Premio Turner) de “My bed” de Tracey Emin en la Tate Gallery. Esta exposición consistía literalmente en una de sus camas, sin hacer y desordenada, con sábanas manchadas de sudor y rodeada por objetos como sus zapatillas, ropa interior manchada con sangre y botellas. En este sentido el artista le da al público, tiempo y una puesta en escena que permite contemplar el objeto. La apreciación del arte encontrado de esta manera puede suscitar una reflexión filosófica en el observador.
Sarah Lucas amplió a tamaño gigantesco un recorte morboso de la prensa tabloide; también expuso una colcha con dos melones, un cubo y un pepino, representando los genitales masculinos y femeninos.
El público en general y los periodistas han rechazado este tipo de exposiciones, apoyadas sin embargo por museos públicos y críticos de arte. En su conferencia Dimbleby de 2000 titulada “Who's afraid of modern art” («Quién teme al arte moderno»), Sir Nicholas Serota defendió semejantes manifestaciones de arte «difícil», al tiempo que citaba la oposición manifestada en titulares de prensa como el del Daily Mauil «For 1,000 years art has been one of our great civilising forces. Today, pickled sheep and soiled beds threaten to make barbarians of us all» Un rechazo más inesperado en 1999 vino de los propios artistas—algunos de los cuales habían trabajado previamente con objetos encontrados—quienes fundaron el grupo Destuckist y emitieron un manifiesto denunciando tales obras en favor de un regreso a la pintura con la afirmación de que «el arte Ready-Made es una polémica de materialismo».
El arte encontrado también puede verse en Internet , donde una imagen encontrada en la red se puede convertir en el componente principal de una obra de arte mayor, realizada modificando la imagen a través de herramientas informáticas básicas.
El arte ha dejado de ser verdaderamente individual”. Varias escuelas artísticas ulteriores, que esquematizaron el Ready-Made (pop art, arte pobre, etc.), así como el mercado (reproducción de varios ejemplares de Ready-Made de Duchamp, organizada por los museos), han decidido de otra manera.
Se preguntaba un crítico de arte si el Ready-Made habría sido una aberración (pasajera) de la escultura. El mar, y las tapas escultóricas que pude encontrar, me demuestran que no. No para mí.
Hace sólo unos días pude comprobarlo. Otra playa, esta vez en Cuba. Allí encontré otras esculturas sobre otras tapas de botella.
Y supongo que seguiré encontrando “tapas” esculpidas por el mar, mientras continúe mi curiosidad.
Propuesta final.
Muy a pesar de Duchamp y algunos de sus seguidores, encontré y habilito con esta obra, una nueva idea.
Duchamp se había desencantado, desfascinado, (permítanme el término) al comprender que la mayoría de los objetos encontrados serían iguales entre sí y eso le quitaba “frescura” a la obra, la haría demasiado previsible y en general “aburrida” porque se repetiría hasta el cansancio.
De su primera obra, la que dio origen a la denominación de Ready-Made (la rueda de bicicleta de 1913) dijo Duchamp … "Ya en 1913 tuve la feliz idea de montar la rueda de una bicicleta sobre un taburete de cocina y observar cómo giraba. Fue como una "distracción", me gustaba mirarlo, como el placer que se experimenta al ver las llamas en una chimenea."

Al perderse el original de “Rueda de Bicicleta” Duchamp compró años más tarde otras ruedas y era lógico que uno de los más brillantes artistas del siglo XX se desencantara con la facilidad de reemplazo del objeto. 
*La contradicción entre lo que Duchamp decía y lo que Duchamp hacía, se pone de manifiesto en el siguiente intento de definición de un Ready-Made….Dijo: “Ahora bien, hay un punto que me interesa sobremanera dejar bien claro y es el hecho de que la selección de esos Ready-Made jamás me ha sido dictada por una delectación estética”.


Dicha elección siempre está basada en una reacción de indiferencia visual, (¿?) al mismo tiempo que en una ausencia total de buen o mal gusto..., una anestesia completa, a fin de cuentas. De inmediato advertí el peligro de una repetición arbitraria de tal forma de expresión y decidí, en consecuencia, limitar la producción de Ready-Made a una reducida cantidad por año. Me daba cuenta en esa época de que el arte es para los espectadores, más que el artista mismo, un medio de provocar una obsesión comparable al opio, y quería proteger mis Ready-Made contra tales impurezas".
*Cuando eligió la rueda se fascinó con su movimiento y SÍ ejerció un acto estético.
Las “tapas” de las botellas de cerveza guardan para mí, DOS ideas centrales, no expuestas sino hasta estas líneas finales del presente documento. Dado que comencé mi carrera artística como grabador y por grabador, creador de múltiples, descubro ante ustedes las tapas transformadas en Ready-Made por el mar. Ellas tienen algo definitivamente distinto, provocativo, contrario a lo que Duchamp previó como “sin gracia”, “previsibles” y “aburrido por ser repetido”.
1- Como ya he dicho, el mar le devuelve al hombre su basura (la que puede arrastrar). He visto bastantes muñecos, botellas, plásticos de todo origen y forma, zapatos, objetos de metal liviano, juguetes, y cientos de otros pequeños objetos que son arrastrados por los riachuelos, desde las viviendas hacia el mar. A pesar de esa multitud de elementos son muy pocos los que se repiten constantemente. Las tapas de cerveza (miles) son trabajadas y devueltas a la arena probablemente por su liviandad. Es notable que otro objeto, que también el mar devuelve en enormes cantidades, las tapas plásticas de envases de botellas, (flotan y llegan a la arena) llegan tal cual como fueron desechadas. En todas las tapas que conservo en mi colección, puedo advertir que el trabajo del mar se realiza solamente en las zonas del metal (quizá por la forma dentada de las tapas) nunca el plástico del revés de la tapa. Es decir, el mar, según mi experiencia no trabaja plásticos.


2- Las tapas son en sí mismas lo que en arte se llama “un múltiple”, y esa característica me permite hacer un paralelo con las impresiones de un grabado. El artista imprime la matriz de un grabado al aguafuerte, por ejemplo, tantas veces como decida y el producto obtenido, las estampas, son “casi similares” entre ellas.
El mar no supo que había trabajado una tapa premiada
Marcos Paley Agosto 2015


EL AZAR

Una excusa. Una casualidad. La presencia del azar  como impulsor de conciencia sobre la realidad. No sólo una aventura estética.  La exégesis de lo no expresado aún.
Se pretende abrirle campo a la probabilidad como parte de la no siempre activa conciencia en la creación artística.
Abrir los ojos a una nueva obra percibida ya por Marcel Duchamp a comienzos del siglo XX.
La presencia del objeto industrial-comercial es, en este caso,  puramente casual pero fundamental para el desarrollo de toda  la idea.
No se tratará de esconder lo que es obvio. El proyecto no lo inicia el dinero ni el poder,  es iniciado por el azar.
Quizá es una actitud filosófica que intenta acercar lo evidente de lo que es…de lo que existe, a la posibilidad de lo inesperado. Mente abierta a la producción y al azar.
El miedo hacia lo azaroso ha producido una humanidad rígida. Los principios de la no innovación han tratado de ocultar la evidencia del cambio como actitud de vida.
Desde las religiones hasta la formación del cerebro, desde la convivencia hasta la política de producción. Los extremos, muestrarios de crudas realidades que intentan (y logran muchas veces) poner al espectador de “cara” al drama o la injusticia, hasta muchas otras veces establecer un diálogo pleno de ironía y sutilezas para  mostrar las posibilidades de la actitud artística, han sido expuestos desde las creaciones del teatro griego hasta los múltiples proyectos de la cosa visual y auditiva de la obra contemporánea.
El azar como parte de la vida. Con ojos de niño sorprendido. Es un proyecto de historia natural, natural de la ignorancia contaminante  y también de amores al mar, y a lo inesperado.
Se han realizado obras y proyectos para crear barreras coralinas por ejemplo, pero la mayoría de las veces a escondidas de nuestras  rutinas cotidianas.
¿Cómo hacer para que los ojos se abran plenos de admiración?
¿Cómo hacer para que esa conciencia comience a admitir para que una actitud estética es imprescindible para equilibrar el dolor que a veces ( como siempre para la mayoría) produce el enfrentamiento con la realidad?
El arte. Y no sólo el arte. Valorizar la expresión humana y la expresión azarosa.
Las fuerzas combinadas del hombre y su entorno.
Que no se vuelva una telenovela acerca de la “cosa naturalista”, ni “de la cosa de la fe”…sino de admitir, como parte de lo que somos, qué es lo que nos rodea y cómo formamos parte de ello. Conciencia de clasehumana, en este caso.
No es este proyecto un intento de creer a ciegas en algo sino de crear “en conciencia” la hermosa posibilidad del azar en nuestras vidas. En todo el desarrollo de nuestras vidas, en este caso, a través de unas tapas de botellas de cerveza botadas en la arena.